martes, 16 de junio de 2009

MARCO TEÓRICO


Aprender a leer y escribir, no es un proceso monótono ni pauteado. Cada individuo tiene distintos ritmos de aprendizaje y sus procesos de interiorización de la lectoescritura dependerán de sus experiencias previas y de su desarrollo cognitivo, según la etapa que este atravesando.
Algunos especialista en el tema, presentan una secuencia general para trabajar la lectura y escritura, orientándose ésta por edad dicha secuencia, sin embargo, no es rígida, más bien es flexible, ya que cada niño y niña es un ser único e irrepetible, con características, necesidades e interés propios, por lo cual no se le puede delimitar a aprender de una manera jerarquerizada, es así como los alumnos con ritmo más lento afianzarán los procesos previos antes de iniciar una nueva fase del proceso y los alumnos con ritmo más rápido podrán proseguir hacia fases más avanzadas que las que desarrollan sus compañeros.
· Así pues, la secuencia planteada por especialistas para potenciar el proceso lector es la siguiente:
· Para 3 años: Lectura de imágenes. Lectura logográfica. Lectura pictográfica.
· Para 4 años: Lectura significativa en la que los pictogramas se irán sustituyendo gradualmente por palabras dentro de unidades más amplias de significado.
· Para 5 años: Lectura de palabras, frases y textos cortos.

En este caso, nos referiremos a la lectura logografica, que es nuestro tema en cuestión.
El termino logografía, proviene de las palabras: grafía, que es el modo de escribir o representar los sonidos, y, en general, empleo de tal letra o tal signo grafico para representar un sonido dado, y logo, que es un elemento gráfico, verbo-visual o auditivo que sirve a una persona, empresa, institución o producto para representarse. Los logos suelen encerrar indicios acerca de lo que representan.
La estrategia de la lectura logográfica es utilizada en los primeros momentos del aprendizaje de la lectura, cuando los niños identifican palabras conocidas a partir de pistas visuales salientes que han aprendido a asociar con el significado de la palabra, sin relación con la forma fonológica. Los significados de las palabras se asocian con formas y rasgos visuales globales, lo que significa que el reconocimiento de las palabras es muy impreciso, muy dependiente de ciertos patrones, del contexto, colores, etc. e indiferente al orden de las letras. En consecuencia, una lectura logográfica, es observable desde edades muy tempranas. Esto lo podemos ver cuando nombran etiquetas de productos del comercio, significativos para los menores. El mayor beneficio de esto, es que los niños sin alguna intencionalidad declarada, comienzan a conocer el mundo de la letras, lo cual los llevará a un futuro próximo, ser competentes en lo a que a lectura y escritura trata, ya que utilizaran estos términos en otros contextos.

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